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El pastor debe ser cuidadoso al ceder una parte en el altar. Pero al que se le dan el privilegio no debe avergonzar la iglesia.
El más indicado para que esté en el altar es el Pastor, cuando el pastor cede a alguien el altar, para que participe con el don que tiene, es para edificar la iglesia.
Cuando El altar, está en la congregación de los santos, hay una orden de que los pecadores no se levanten. Así dice el Salmos 1:5
El trabajo de un pastor no es levantar pecadores en la congregación de los santos, sino restaurar y salvar pecadores en la congregación y luego si así Dios lo concede, se le podrá ceder el altar para que compartan algún don que edifica la iglesia.
Si esto no se hace así, la iglesia será avergonzada por los que se le ha dado el privilegio. Tenemos que aprender a no levantar Ministerios, si no a restaurar gente para el ministerio.
Tristemente, hay muchas congregaciones, que ceden el altar para que la gente se quede. La razón es porque hay cientos de cristianos, que si no le dan una parte, se van, y no pertenecen a ninguna congregación. Pero yo creo que la Biblia en Eclesiastés 5:1 dice:
Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal.
Cuando lo que se acercan al altar, lo hacen en pecado, aunque delante de los ojos de los hombres lo estén haciendo bien, Dios dice: no saben que hacen mal.
El que no se acerca para oír, no está calificado para que se le ceda el altar. No me gusta ir a una iglesia, donde se les da parte a 10 personas, para que vuelva y se animen. Donde los que Diezman, hay que darle parte para que sigan diezmando.
El día que vayas a la iglesia tiempo de Dios, acércate para oír, Y deja que Dios sea el que te permita compartir un don.
Lo digo con mucha tristeza, hay Irreverencia en muchos altares, corazones impuros tomando parte en el lugar santo. Porque la única forma de retenerlo es cediéndole el altar.
Una vez alguien que apenas empezó a visitar la iglesia, quería que la casara para tomar parte en la iglesia, ese orden está muy bien. Pero usted no se casa para tener una parte en la iglesia, usted se casa por amor, porque tienes el hombre de Dios para tu vida.
Que mal hemos educado a la gente en cuanto a esto. Ya hemos dejado de tener Altar, ahora son tarimas, la plataforma del exhibicionismo.
¿Qué haría Jesús en estos casos?
Creo que aplicaría con la gente, lo mismo que hizo con uno que era un endemoniado.
Lea en Marcos 5:18-20
18 Al entrar él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con él.
19 Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti.
20 Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban.
Cuando descubrimos que alguien tiene un talento, le cedemos el altar, sin saber cómo está la vida personal de esa persona.
Jesús no se lo permitió, más dice la Biblia que lo mandó a su casa. Amados hermanos, tu ministerio empieza en tu casa.
La Biblia en 1 Timoteo 3:5 Dice: pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?
Lo primero que debe ver la gente es su casa, sus vecinos y amigos. Y si Dios se lo concede, podrá compartir algún don en el Altar.
Cuando hablamos de estas cosas, no podemos pasar por alto los hijos de Eli, Participaban del altar, Y por su comportamiento hacían pecar al pueblo. ¿Porque hacian pecar al pueblo? Porque el pueblo murmuraba por las acciones de ellos, Y la murmuración es un pecado.
No, hijos míos, porque no es buena fama la que yo oigo; pues hacéis pecar al pueblo de Jehová.
1 Samuel 2: 25
Las clases de bautismo, Son precisamente para eso, para doctrinar y afirmar los nuevos candidatos que podrán participar en el altar. Pero hay personas ya bautizadas, que tendremos que recordarle la doctrina, porque la mala fama del que participa en la iglesia, no le conviene a la iglesia. Puede haber casos de injusticia, de difamación, pero si es verdad hay un problema serio.
Enseñemos a la gente a mirar afuera, la necesidad de alcanzar a otros para Cristo, enseñándole que ellos no necesitan una plataforma para brillar, si no la atención de la gente para que le prediquen el evangelio de Cristo.
Pastor Abraham Luciano