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Exigiéndole a la gente lo que su condición espiritual no le permite.
¿Que esperamos como líder de la gente? La verdad es que ellos no harán más allá de lo que su vida espiritual le permite.
Una exigencia es una forma de hacer que alguien vea las reglas y la ponga por obra forzosamente. Es más fácil hacer las cosas de manera voluntaria, que ser presionado hacer algo que realmente no queremos.
De acuerdo a la vida espiritual de las personas, usted no necesita exigir, simplemente dar las instrucciones y voluntariamente serán vistas como una oportunidad para obedecer. Hagamos una observación de 2 Corintios 9.5 que dice: Por tanto, tuve por necesario exhortar a los hermanos que fuesen primero a vosotros y preparasen primero vuestra generosidad antes prometida, para que esté lista como de generosidad, y no como de exigencia nuestra.
La diferencia entre exhortación y exigencia está en que la exhortación busca mejorar ciertas conductas en el futuro. Esto puede entenderse como exigencia, pero la exigencia es más para forzar un asunto.
El hombre espiritual que anhela hacer la voluntad de Dios, no tiene problema con la exhortación.
Aunque estamos en un país democrático, tiene sus exigencias que deben ser considerados al pie de la letra, como el pago de impuesto, etc. Los que vivimos en los Estados Unidos, entendemos nuestra responsabilidad en cuanto a este asunto. En los tiempos de Jesús, Él vio que la exigencia era más allá de lo ordenado, la gente vivía en un abuso de poder, pero cuando Cristo logra hablar con uno de ellos, le dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado. Lucas 3.13
Si al pobre se le hacía difícil pagar lo ordenado o establecido, ¿Cómo podrá pagar más de lo establecido?
Cuando la condición espiritual del pueblo es la correcta, una exhortación es vista como una ordenanza del señor para asegurar el futuro. Hay exhortaciones que son vista como exigencias, Y el ser humano hacer algo que no quiere y no es parte de su voluntad es difícil. Si no hay una vida espiritual sana, habrá un rechazo total a lo que ellos ven como exigencia.
Es por eso que cuando un líder o pastor, está exhortando por el Espíritu, El que escudriña la mente y el corazón, está pidiendo lo que el oyente puede hacer, aun cuando el oyente ni siquiera sabe que lo puede hacer.
Pablo ponía las cosas en claro, Y decía: ...no como de exigencia nuestra.
En otra palabra lo que yo le estoy ordenando es de parte del señor.
Nadie podrá hacer más allá, de lo que su vida espiritual Le permita, es por eso que tratar de exigirlo es un error. ¿Qué podemos hacer entonces?
Llevar al pueblo a una vida espiritual en la oración y la búsqueda del señor, Y en su tiempo preciso el señor traerá una exhortación de lo que ellos pueden hacer según su fortaleza espiritual,
Jesús dijo: Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Mateo 26:41
Jesús está exhortando a sus discípulos a velar y orad. Jesús no estaba exigiendo algo que ellos no podían hacer, había debilidad en la carne pero había disponibilidad en el espíritu.
El espíritu dispuesto es precisamente el inicio que abre puerta para que podamos hacer lo que Dios espera de nosotros. Los discípulos fueron obedientes a la carne y no a lo que Jesús le estaba recomendando.
En esta vida espiritual, nuestra victoria depende de nuestra obediencia, El que no está dispuesto a obedecer, termina haciendo lo que la carne Le exige.
Jesús podía decirle a sus discípulos: Venzan la tentación. Pero le enseñó el principio para hacerlo, por lo tanto ellos podían hacerlo si obedecían el principio. Decirle a la gente que haga algo, sin enseñarle los principios para que ellos puedan hacer lo que se le pide, es como esperar que un niño en la clase de matemática, que todavía no se le ha enseñado la multiplicación empiece a dividir.
Si no enseñamos los principios, que fortalecen la vida espiritual de los creyentes, nuestras exhortaciones serán entendida como exigencia, Y nadie podrá hacer más allá de su nivel espiritual.
Como pastor debo entender los diferentes niveles de la gente, debo tener pendiente que hay quienes son niños espirituales. Y hasta en lo natural un niño de dos a tres meses nunca hará lo que se espera que haga un niño de tres años.
Pastor Abraham Luciano
¿Que esperamos como líder de la gente? La verdad es que ellos no harán más allá de lo que su vida espiritual le permite.
Una exigencia es una forma de hacer que alguien vea las reglas y la ponga por obra forzosamente. Es más fácil hacer las cosas de manera voluntaria, que ser presionado hacer algo que realmente no queremos.
De acuerdo a la vida espiritual de las personas, usted no necesita exigir, simplemente dar las instrucciones y voluntariamente serán vistas como una oportunidad para obedecer. Hagamos una observación de 2 Corintios 9.5 que dice: Por tanto, tuve por necesario exhortar a los hermanos que fuesen primero a vosotros y preparasen primero vuestra generosidad antes prometida, para que esté lista como de generosidad, y no como de exigencia nuestra.
La diferencia entre exhortación y exigencia está en que la exhortación busca mejorar ciertas conductas en el futuro. Esto puede entenderse como exigencia, pero la exigencia es más para forzar un asunto.
El hombre espiritual que anhela hacer la voluntad de Dios, no tiene problema con la exhortación.
Aunque estamos en un país democrático, tiene sus exigencias que deben ser considerados al pie de la letra, como el pago de impuesto, etc. Los que vivimos en los Estados Unidos, entendemos nuestra responsabilidad en cuanto a este asunto. En los tiempos de Jesús, Él vio que la exigencia era más allá de lo ordenado, la gente vivía en un abuso de poder, pero cuando Cristo logra hablar con uno de ellos, le dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado. Lucas 3.13
Si al pobre se le hacía difícil pagar lo ordenado o establecido, ¿Cómo podrá pagar más de lo establecido?
Cuando la condición espiritual del pueblo es la correcta, una exhortación es vista como una ordenanza del señor para asegurar el futuro. Hay exhortaciones que son vista como exigencias, Y el ser humano hacer algo que no quiere y no es parte de su voluntad es difícil. Si no hay una vida espiritual sana, habrá un rechazo total a lo que ellos ven como exigencia.
Es por eso que cuando un líder o pastor, está exhortando por el Espíritu, El que escudriña la mente y el corazón, está pidiendo lo que el oyente puede hacer, aun cuando el oyente ni siquiera sabe que lo puede hacer.
Pablo ponía las cosas en claro, Y decía: ...no como de exigencia nuestra.
En otra palabra lo que yo le estoy ordenando es de parte del señor.
Nadie podrá hacer más allá, de lo que su vida espiritual Le permita, es por eso que tratar de exigirlo es un error. ¿Qué podemos hacer entonces?
Llevar al pueblo a una vida espiritual en la oración y la búsqueda del señor, Y en su tiempo preciso el señor traerá una exhortación de lo que ellos pueden hacer según su fortaleza espiritual,
Jesús dijo: Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Mateo 26:41
Jesús está exhortando a sus discípulos a velar y orad. Jesús no estaba exigiendo algo que ellos no podían hacer, había debilidad en la carne pero había disponibilidad en el espíritu.
El espíritu dispuesto es precisamente el inicio que abre puerta para que podamos hacer lo que Dios espera de nosotros. Los discípulos fueron obedientes a la carne y no a lo que Jesús le estaba recomendando.
En esta vida espiritual, nuestra victoria depende de nuestra obediencia, El que no está dispuesto a obedecer, termina haciendo lo que la carne Le exige.
Jesús podía decirle a sus discípulos: Venzan la tentación. Pero le enseñó el principio para hacerlo, por lo tanto ellos podían hacerlo si obedecían el principio. Decirle a la gente que haga algo, sin enseñarle los principios para que ellos puedan hacer lo que se le pide, es como esperar que un niño en la clase de matemática, que todavía no se le ha enseñado la multiplicación empiece a dividir.
Si no enseñamos los principios, que fortalecen la vida espiritual de los creyentes, nuestras exhortaciones serán entendida como exigencia, Y nadie podrá hacer más allá de su nivel espiritual.
Como pastor debo entender los diferentes niveles de la gente, debo tener pendiente que hay quienes son niños espirituales. Y hasta en lo natural un niño de dos a tres meses nunca hará lo que se espera que haga un niño de tres años.
Pastor Abraham Luciano